martes, 10 de agosto de 2010

Escuderos

Estaba pensando que nada sería posible sin los escuderos en esta vida.
(No me refiero a "sirvientes").
Todo comenzó como los individuos que se encargaban de llevar los escudos de los caballeros, de colocarles sus armaduras y velar sus sueños. Pero se fueron transformando en más que eso… Llegaron a ser sus amigos y confidentes, con los que pasaban más tiempo, los que los apoyaban finamente sin condición alguna.
¿Que habría sido de este mundo sin ellos?
¿Que habría sido sin Sancho Panza, Samsagaz Gamyi y cuantos más?
Se que son personajes ficticios, pero es lo más simple de para ejemplificar lo que quiero decir.
Gracias a ellos, los que aguantan, los que son capaces de cargarte en sus espaldas y que finamente son tan modestos para como recibir el crédito de las cosas realizadas.

En la vida real, todo el mundo tienen sus escuderos, los que te obligan a ponerte de pie cuando te caes, los que logran hacer que uno se levante todas las mañanas, por ellos.

Yo tengo mis propios escuderos, algunos más influyentes que otros, pero todos importantes, con todos sus detalles. A los que echo mucho de menos.

Echo de menos al chico alegre de pelo tan crespo que se pueden colocar lápices en el y se mantienen parados, el que finge que le molesta que juegue con su pelo y a su abrazo mañanero que alegra el día.

Echo de menos a único ser que ha evitado que me acrimine enserio contra una persona, que me sostuvo incontables veces, aguantando los golpes (debo admitir que creo que él ni los sentía) y diciendo " don't worry, be happy" tantas veces que llegue a odiar esa canción.

Echo de menos a mi amiga que nunca se sabe como tendrá el cabello, si llegará con un corte impulsado por su animo del día...la única que ha logrado darse cuenta que me pasa algo, incluso sin yo haberme enterado y que más de una vez se ha ofrecido a realizar mis planes malvados de asesinato (jamás realizados) y que le ha tocado aguantarme en mis fases lunares (y mas encima en su casa, que una vez estuve como dos semanas por un curso que era en la tarde) y la que hace que mi falta de atención y dispersión mental se torne solo en detalles de mi vida.

Echo de menos a mi amiga con su cabello perfectamente tratado y  loca por su amor platònico, la que me relaja en momentos de tensión con videos absurdos en medio de las crisis de producción de trabajos.

Echo de menos al team cabra chica gritona...

A la niña de cabellos extremadamente ondulados, que se lanzaba en picada a abrazar sin importar lo que le digan, contagiando su risa.
A la alternativa, siempre tratando de convencernos de realizar un acto Pro planeta y tratando de calmar los ánimos cuando surgen peleas
A la niña de ojos verdes y cabello rubio, que casi nunca emitía comentario, nunca fueron importantes las palabras con ella, solo bastaba una mirada, un gesto para que ella entendiera lo que pasaba y responde de igual forma.

A mis amigos que conozco desde hace casi 12 años...

A la ya extranjera, con explicaciones esotéricas a las cosas extrañas que solo a mi me pasan (no crean, de repente pienso que son las únicas explicaciones factibles) y con la puedo hablar horas y parecen solo minutos.
A la Roquera  que piensa que algún día aceptare una de sus propuestas extravagantes y la única que es capaz de sacarme de casa a caterrear cuando estoy deprimida.
A mi amigo que es capaz de ponerse a llorar con una película infantil y al único que he permitido colocarme bloqueador solar en la espalda.
A la muchacha con su pelo cobrizo aleonado, que con una simple sonrisa hacía parecer que todo estaría mejor y su frase célebre “me fue mal” y sacando buenas notas igual.
Al iluso de cabello largo junto con el grupo de machos, (tan distintos pero iguales entre sí) con los que jugábamos a un cuento que solo habitaba en nuestras mentes, junto con hadas, dragones y un sin fin de criaturas mitológicas y no se avergüenzan de ello. (Dícese juegos de rol)

A la pequeña demonio que me despierta en mis vacaciones con un sin fin de besos en la cara y tratando de abrir mis ojos con los dedos a las 7 de la mañana para que le de leche.

Al ex demonio que cuando llego a casa de mi madre me da un fuerte abrazo, olvidando donde estamos, al que me relaja escucharlo tocar y que podría mirarlo por horas sin aburrirme en absoluto.

Gracias a ellos estoy en este lugar….no creo que alguien llegue a leer esto hasta el final, pero si es así…

Gracias a todos mis escuderos, que hacen que siga adelante.

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