miércoles, 27 de octubre de 2010

Un sueño


Bueno como dije hace como un mes que subiría esto, lo pongo, es corto pero era lo que tenía anotado en unos de mis cuadernos de enseñanza media...cuando tenga tiempo subiré lo que sigue (espero que sea pronto) (ha!! es la parte 1 de una secuela de sueños que suelo tener...que atroz mi mente)

Visita

Hacía un calor abrazador, por suerte corría una pequeña brisa que aliviaba un poco el ahogo que provocaba las altas temperaturas, que con junto con el sol en lo alto del cielo y la excesiva humedad del lugar, lo hacían casi intransitable.

-         ¿Dónde será?, dijo la joven que caminaba mirando las direcciones de los edificios y las comparaba con las anotaciones de un papel.

Caminó un par de metros y encontró el edificio que buscaba, cruzó la avenida, entró por la reja del edificio y comenzó a subir las escaleras de color café. Se detuvo enfrente de una puerta, la tocó, pero en un par de minutos nadie respondió, pensó que era por la música que estaba bastante alta. Volvió a tocar más fuerte, esta vez la música cesó y se escucharon unos pasos dirigirse a la puerta.

-         ¿Quién es? Preguntaron desde el interior.
-         Ábreme, que muero de calor, dijo ella.

La puerta se abrió bruscamente, frente a ella estaba su amiga con el cabello tomado en un tomate, llevaba puesto un pantalón de buzo azul que era digno de eliminar, la polera sin mangas era blanca y estaba descalza.

-         ¡GABI!....

Se abrazaron fuertemente por varios minutos en el umbral de la puerta, luego ingresaron al departamento, hablaron sobre cosas sin importancia y se quedaban por largos  minutos en silencio, a ellas les era mas cómodo hablar sin palabras. Una vez que el calor abrazador se fue desvaneciendo decidieron salir a dar un paseo.

-         ¿Tiene que ser en bicicleta?
-         Es así como me muevo acá, no seas floja que así se conoce mejor la ciudad y haces algo de ejercicio.
-         Está bien, dijo montándose en la bicicleta.

Recorrieron la ciudad hasta que el sol se fue del cielo, las luces iluminaban todos los rincones y había personas merodeando por todos lados, vieron tiendas y le mostró las grandes avenidas.

-         Esta ciudad esta más activa de noche, dijo mirando para todos lados
-         Apúrate que llegaremos tarde.
-         ¿A dónde?
-         Al recital de Jazz, recuerda que te lo dije esta tarde.
-         A verdad, lo olvidé, dijo encogiéndose de hombros.

Pedalearon hasta un local, no muy grande, pero lo suficientemente espacioso para disfrutar de la música, con un pequeño escenario negro donde se encontraban los artistas y a su alrededor mesas con velas en sus superficies para dar el ambiente. Su amiga se alejó a saludar a unos conocidos, la presentó, conversaron un rato y luego debieron ir a sus asientos cuando comenzaba el concierto.

sábado, 23 de octubre de 2010

Extraño....


Es extraño ir a la U un día sábado y estar sola ahí, solo con el "conserje" que me recibe con una mirada amigable y abre los laboratorios para mi.
Es extraño que no hayan ruidos en un lugar tan concurrido como es este lugar, solo los generados por mi y los aparatos, como el movimiento del agua que estoy cambiando o el de las bombas de aire que llegan a los acuarios.
Es mas extraño aún que yo este pensando en ti en momentos como este, a pesar del tiempo que ha pasado, hoy me he acordado mucho de ti.
Como cuando estaba sola en la biblioteca de la facultad de ciencias y tu apareciste con un café para mi dispuesto a enseñarme física por cualquier medio.
Cuando me asustabas entre los libreros mientras buscaba un libro.
Como cuando me llamabas por teléfono desde otros que no fueran el tuyo para que te contestara.
Cuando me decías que era especial.
Cuando peleábamos y me ponía roja como un tomate y tu te largabas a reír.
Cuando me entere que tenías un espía en mi facultad y que te habías conseguido mi horario de clases.
Cuando comenzaste a desaparecer y yo me enfurecía con tigo por que te habías rendido.
Y al final se vino el recuerdo que quiero olvidar.
Cuando leí ese estúpido correo anunciando que te habías ido para no volver, el que me decía que no te vería nunca mas.
A pesar de que han pasado 2 o 3 años, todavía te extraño.

lunes, 11 de octubre de 2010

Sensibilidad

He vuelto de mi viaje al inframundo ( fui a ver a Hades, el quería que me quedara, pero logré volver con la ayuda de Caronte).

Estuve con todas la itis del mundo, casi muero, mi temperatura no bajaba de 38°C y llegué a tener 40,5°C, en esos momentos yo ni siquiera logré ver bien las cosas, mi mente saco lo que tenía escondido en las profundidades y me mostró cosas que creía olvidadas.
pero no es eso lo que invoca a escribir hoy, ni mis delirios que tuve esos días, si no en algo que recién hoy me doy cuenta, ya que hoy pude ver mis correos y esas cosas. Resulta que desaparecí una semana de la universidad y nadie se dignó a llamarme para saber como estaba, (ósea, seamos honestos, yo jamás falto a clases, desaparezco y nadie se da cuenta?) solo correos de "no te olvides que X cosa la tenemos que entregar", "¿nos vamos a juntar?", "¿que hay que llevar el viernes?" y ninguno de ellos (bueno, solo uno decía "gabi mejórate, que tenemos que presentar el 15") me preguntaba como estaba.
si, resulta que ando sensible, si me importa que me pregunten, aunque sea solo por cortesía como estoy en un estúpido correo, pero parece que no le importo a nadie en esa estúpida facultad.
Resulta que me di cuenta de que yo soy amiga de muchas personas, pero nadie es amigo mío en esa facultad y eso me dolió. Me aburrí de ser la persona que siempre anda llamando para saber como están, si necesitan algo, si están bien; me cansé de ser la idiota que sirve para preguntarle que mierda hay que hacer en la semana. Nadie, absolutamente nadie fue capaz de llamarme o de mandarme un correo para avisarme que estaba pasando en la u, solamente exigiendo cosas, como que yo fuera la persona mas irresponsable de esa facultad, como si alguna vez entregara algún trabajo atrasado.
Bueno, solo eso, ni se por que estoy poniendo esto acá, será por que estoy enojada con migo misma por no ser capaz de importarle a alguien que no sean mis padres.