domingo, 7 de noviembre de 2010

En blanco

La lluvia me despertó, lo primero que sentí fue un fuerte dolor en la pierna, no podía moverla, era como si me hubiesen enterrado un cuchillo en el medio del muslo, que al más mínimo movimiento sentía como laceraba cada vez mas mi piel y mis músculos.
Siento que alguien me habla, dice un nombre pero no lo reconozco como propio, miro hacia donde viene la voz, me encuentro con una muchacha sentada en la cama que se encontraba a mi lado, tenía el cabello largo, ojos cafés, tez blanca y una larga y esbelta figura.
La miro, tratando de adivinar que había preguntado, pero ese pensamiento se desvaneció rápidamente de mi mente ya que descubrí que tenía que responder otra pregunta mas importante ¿quien es?, no me atreví a preguntar en voz alta, así que sólo le dije que debía ir al baño.
Salgo de la pieza y cierro la puerta, miro y me encuentro en un pasillo con dos puertas a mi derecha y dos a mi izquierda ¿donde estoy?, me pregunto cuando me doy cuenta que no tengo idea donde esta el baño.
trato de caminar hacia algún lado, pero mi pierna adolorida me lo impide, hace que pierda mi equilibrio y que quede prácticamente sobre la ventana que se encuentra frente a la puerta.
Otra pregunta se sitúa en mi mente, la que esta vez acelera mi pulso y me hace temblar: ¿quien soy?, no recordaba mi nombre, mi rostro, donde estaba, en resumen:  me había olvidado de mi.
me sentí mareada, de un instante a otro todo me dio vueltas y mi respiración se agitó. Abrí la ventana y puse en ella todo mi peso, el aire húmedo y helado calmó un poco mi sensación de ahogo, pero por mas que tratara de recordar algo de mi, en mi mente solo había una cosa: nada, una habitación vacía, un papel en blanco.
la puerta que estaba detrás de mi se abrió bruscamente y de ella salió la joven.

- hoo, pensé que era el Zeus (un gato), ¿estas bien gabi?- me pregunta.

 Como una bomba comenzaron a llegar a mi los recuerdos cuando pronuncio ese nombre, mi cabeza tenía su propio pulso, por lo que me demore un poco en contestar.

- Si, sólo miraba la lluvia, digo como lo primero que viene a mi mente

- Si no lo recuerdas, desmemoriada, ibas al baño. Me dice con los ojos entrecerrados

- Es verdad, gracias por recordarme. Digo girando hacia la puerta del baño.

Una vez encerrada en el tocador, dejo salir mi nerviosismo. ¿que es lo que me pasa que hasta me olvido de mi?, sin siquiera percatarme me uno al cielo en su aguacero.

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