lunes, 20 de junio de 2011

Naturaleza

Uno se olvida lo que realmente es. olvida que es parte de un sistema, no dueño de él, se cree que todo gira al rededor nuestro, pues, estamos muy equivocados.
Uno en el verano va a la playa, se baña en el mar y juega a "saltar" las olas, creen que todo está bien, que tenemos todo controlado, total, son olas de no más de tres metros. pero quisiera verlos ahora tratando de montar el mar, esas olas inmensas de más de 6 metros de altura, que revientan con tal fuerza que han roto plataformas de grueso cemento para bajar los botes, las que chocan con las fuertes rocas que parecen ni inmutarse ante el estruendo provocado,por la fuerza rompedora de la colisión, provoca que el agua llegue hasta el tercer piso de la facultad sin problemas, haciendo temblar los vidrios de manera amenazante y preocupante.
Jugamos con el viento, ¿quien en septiembre no ha encumbrado un volantín?, los coloridos cometas se mueven alegremente por la "brisa" ,llegan a grandes alturas dónde se logran ver apenas como un punto.
Olvidamos que la brisa puede convertirse en grandes ráfagas de viento de más de 110 km/hora capaces de arrancar árboles, techos, cortar cables dejándonos sin luz, quebrar matrices cortando el agua.
Cómo no recordar los temblores, de vez en cuando nos sacudimos un poco, pero no más. Pero cuando un simple temblor se torna en terremoto, se sacude tan fuerte que la tierra es capaz de cambiar su eje de rotación, cambia la geografía, destruye casas, edificios y nuevamente nos quedamos sin agua ni luz.....

No olviden que no somos los más fuertes ni los dueños de nada, que con sólo un plumazo podríamos desaparecer.

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