miércoles, 15 de diciembre de 2010

Encuentro

Ahí estaba yo, parada como una estatua y los ojos abiertos como platos.
¿Desde cuando estaba ahí, observándome en silencio?
Estaba frente a mi, con un brillo especial sobre él, como invitándome a tomarlo, a revivir lo vivido con el...
Di un paso temeroso...pensé por un segundo que lo que haría estaba mal, que ya no había nada más que decir entre nosotros, que él ya me había mostrado todo lo que podía y me había soportado en mis momentos de adolescente: aguantado mis llantos ahogados, mis risas histéricas, mis rabietas injustificadas o mis suspiros incontrolables.. Me enseñó cosas importantes y no tan importantes....el fue uno de mis amigos más amado y preciado.
Pero fui una ingrata y lo olvidé. Olvidé sus consejos y sus historias, en mi memoria oxidada quedaron sus frases formadas con tal sutileza que no entendí en un principio... pero como es mi costumbre, en una tarde la razón vino a mí como una avalancha y lo odié...por hacer las cosas más difíciles de lo que parecen.
Pero de la nada se había presentado nuevamente frente a mi.... las manos me picaban, el impulso me invadió y corrí a su encuentro...
Cuando estuvo en mis manos, toda duda se disipó...entendí que quizás ya era momento de encontrarnos nuevamente, quizás entendería mejor sus consejos, con mayor edad y un poco mas de vida recorrida...
Sin siquiera quererlo realmente, mis manos se movieron presurosas sobre las páginas mientras mis ojos y mi mente le exigían una vez más que me mostrara su mundo, donde existían dragones y seres hermosos, incapaces de morir o criaturas mas pequeñas que nuestros niños, pero no menos importantes..
Sin notarlo, después de diez años, nuevamente estaba viajando hacia la tierra media. Sin equipaje y sin aviso me presenté frente a Elrond en su casa… como siempre, el me recibió gustoso con una sonrisa en sus labios y me sumó a la reunión donde se contaban las historias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario